¿Cómo fortalecer mi sistema inmunológico durante un tratamiento oncológico?
Durante el tratamiento contra el cáncer, tu cuerpo está trabajando muy duro. La quimioterapia, la radioterapia o cualquier otro tratamiento que estés recibiendo están diseñados para atacar las células cancerosas, pero en el camino, también pueden afectar a las células sanas, especialmente las que forman parte de tu sistema inmunológico.
Esto no significa que estés indefenso. Al contrario, hay muchas cosas que tú sí puedes hacer todos los días para ayudar a que tus defensas se mantengan lo más fuertes posible. Aquí te explico cómo, paso a paso.
Alimentación que nutre y protege
La comida no cura el cáncer, pero sí puede ayudarte a sentirte mejor, a mantener tu cuerpo fuerte y a apoyar tu sistema inmunológico.
Consejos simples:
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Come proteínas todos los días: huevo, pollo, pescado, legumbres y lácteos suaves. Ayudan a reparar tejidos y fortalecer defensas.
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Incluye frutas y verduras frescas, bien lavadas. Aportan vitaminas como la C y la A, que ayudan a las defensas.
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Hidrátate bien: agua natural, caldos, infusiones suaves. Mantenerte hidratado ayuda a tu cuerpo a eliminar toxinas.
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Evita alimentos crudos si tienes defensas bajas, como sushi, ceviche o carnes poco cocidas.
Consejo extra: Si no tienes hambre, come porciones pequeñas varias veces al día. Lo importante es no dejar pasar muchas horas sin comer nada.
Descanso profundo, el mejor aliado
Dormir bien no solo te da energía. Mientras duermes, tu cuerpo se repara, se desinflama y produce células que fortalecen el sistema inmunológico.
Lo que puedes hacer:
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Establece una rutina de sueño (mismo horario para dormir y despertar).
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Evita pantallas antes de dormir. Puedes leer, escuchar música suave o meditar.
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Si no logras dormir por ansiedad o dolor, coméntalo con tu médico. Hay opciones seguras para ayudarte.
Maneja el estrés y cuida tu mente
El estrés constante afecta al sistema inmune. No se trata de “estar siempre feliz”, sino de aprender a soltar un poco la carga emocional que llevas.
Prácticas útiles:
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Respiración profunda por 5 minutos al día.
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Escuchar música que te guste.
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Escribir lo que sientes en una libreta.
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Pedir ayuda emocional: psicólogos, grupos de apoyo, personas de confianza.
💬 Recordatorio importante: Lo que sientes es válido. No estás solo/a. Hablar ayuda.
Higiene y prevención de infecciones
Cuando las defensas están bajas, una infección que normalmente sería leve puede complicarse. La prevención es clave.
Recomendaciones básicas:
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Lávate las manos con frecuencia (antes de comer, después del baño, al llegar a casa).
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Evita estar en lugares cerrados y muy concurridos, sobre todo si hay gente enferma.
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Usa mascarilla si estás en hospitales o sitios de riesgo.
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Mantén tus vacunas al día, especialmente la de la gripe (consulta con tu médico).
Muévete un poco, todos los días
No tienes que hacer ejercicio intenso. Caminar en casa, estirarte suavemente o mover brazos y piernas ayuda a activar tu circulación y a que tus órganos funcionen mejor.
Tips:
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Haz pequeños movimientos si estás cansado/a.
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Si puedes caminar, aunque sea 10 minutos, hazlo. Con el tiempo, puede ayudarte a dormir mejor y a tener mejor ánimo.
Apóyate en tu equipo médico
Si notas fiebre, fatiga extrema, heridas que no cicatrizan o cualquier síntoma que te preocupa, habla con tu médico. Nadie mejor que tu equipo para ayudarte a ajustar el tratamiento o darte apoyo.